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lunes, diciembre 19, 2005

Existen otros retratos de mujer, de la mano de Leonardo, que podrían perfectamente haberse puesto en primer plano. Está el de Cecilia Galleriani, "la dama del armiño", que no pocos críticos han elogiado como el cuadro más bello jamás pintado, el más perfecto. O el de Ginebra de Bencí, esa mujer de rostro adusto y redondo. A ninguno de los dos les el falta el misterio que despierta la imaginación...¿Por qué entonces la popularidad incomparable de la Gioconda? Sucede que a todo lo largo del siglo XIX, cuando nacía el turismo y se escribían los libros que organizarían el canon del arte occidental, la Gioconda estaba a la vista de todo el mundo en Louvre, mientras Cecilia y Ginebra languidecían en oscuras pinacotecas de Cracovia y Liechtenstein.

Cesar Aira. Mil gotas. Ediciones Sarita Cartonera del Perú, 2004, p. 18.

Instante Literario (I.L.)

3 mmms:

Blogger xxx mmm...

she ain't tha' hottt

i hear ya'

08:59  
Blogger Miriam mmm...

Cesar Aira..."Cómo me hice monja"
primera vez q veo algo de Aira por aqui y por alla también. Curiosa elección.
Si les metes aqui una imagen recontra desplegable de la dama de armiño se le va a caer la mandibula a mas de uno solo con esa mano, solo con el velo increible q casi ni se ve,tan velado, mierda q hermosa pintura..
la gioconda, y si...la gioconda, es una atraccion turistica muy bella...la dama tambien parece mirar, y mira.
buen post.

14:45  
Blogger brunorps mmm...

pensé poner a las 3 en un arreglo tipo podio olímpico de medalla de oro, plata y bronce, pero me dio flojera. Ya es tarde.

Sí, la elección es rara, es una isla de razón en la locura generalizada del cuento.

Gracias por el comentario.

01:37  

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